martes, 24 de marzo de 2009

Una de pelícanos y luz ambiental...

Es bien sabido que la luz cálida de la mañana y del atardecer son deliciosas para hacer fotografía. A ese lapso que inunda las tomas de vida y dramatismo incluso se les ha dado nombre. Horas doradas ó variantes de lo mismo... para muchos, son las mejores horas del día para hacer foto.


Pero justo después de esa soberbia luminosidad de la tarde, cuando el sol se cansa y bosteza al final de la jornada, las condiciones de radiante calidez se disuelven en el aire. La luz se enfría drásticamente...

Las fotos que hasta hace un instante podrían haber sido desbordantes de color, ya no son posibles; las fotos dejan mucho que desear...


Pero, la foto se apaga también...?

No necesariamente. Sólo hay que pensar con más calma, disparar más despacio, darle un poco más de tiempo al sol para hacer su trabajo...


ó bien, tomarlo por sorpresa, por la espalda justo cuando se va. A contraluz.



Saludos al respetable y a no tanto

1 comentario:

Camarandante dijo...

Mira, las tres fotos me parecen excelentes. de eso se trata, de conocer la luz y lo posible. Y ahí estás retratando pelicanos, con la luz que se enfría rapidamente, bien resuelto amigo!

Entiendo de lo que hablas, y me gusta tu blog

Un abrazo!