La belleza de una tarde brillante merece ser disfrutada; los colores recortan el horizonte en siluetas negras y contrastan con el cielo encendido en luces que inundan los sentidos. El sol baja a la cima del monte, a la orilla del río.
Su luz no dura mucho tiempo, unos minutos acaso, pero su intensidad puede permanecer con nosotros mucho más de lo que imaginamos...
¿Qué vamos a hacer con las tardes de cielo increíble?
Cuando las tardes se vistan de luz y fuego, podremos sonreír...
Inténtalo, vale la pena sonreír...
Saludos al respetable y al no tanto
1 comentario:
buenas fotos... caray, que puedo decir... saludos al play mobil, playstation y al lay do... ojala nos veamos pronto..
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