lunes, 24 de enero de 2011

Water induces parafiletic disease in land birds: an ecological hypothesis for waterfowl evolution and radiation

En los albores del tiempo, algunas aves primitivas quisieron probar suerte en el agua. Tal vez metiendo las patitas para empezar, le fueron tomando gusto al medio acuático. Con el tiempo, muchas aves diferentes empezaron a disfrutar de las bondades de andar remojándose, chapoteando… buceando incluso. La consecuencia de ésta interacción original definió una profunda escisión ecológica entre las aves: por un lado, las aves terrestres (los pollitos) y por otro, aquellas que a la postre se llamarían aves acuáticas (patos). De este evento se generó la evolución y diversificación de múltiples especies de estas aves, independientemente de sus linajes ancestrales...Justificar a ambos lados

Playeritos, también conocidos como Scolopátidos…







Los zambullidores, pertenecientes a la familia Podicipatidae, son expertas aves buceadoras que buscan bichitos para comer debajo del agua...





Las pollas de agua... a juzgar por su nombre, probablemente se trata del eslabón perdido en la evolución de las aves acuáticas.



algunas de ellas depredan (al menos intentan depredar) los nidos de otros patos, como la jacana que defiende su territorio con fiereza...



Monjitas y avocetas... singulares patitos de notable esbeltez




Martínes pescadores; los patos supercabezones.



Garzas, que les gusta andar por la orillita con lo fresco del agua en las patas…







...y también hay garzas cabezonas...



Cormoranes... llamados patos buzo porque saben bucear...



Gaviotas, a quienes la literatura ha usado como figura retórica de belleza y libertad, por encima de sus hábitos carroñeros y oportunistas.




Ostreros... con picos especiales para abrir pequeños moluscos que se resisten a ser comidos...



Alcatraces y anhingas, que son de los patos más picudos.







Ciguëñas… pocos patos tan grandotes como atípicos en el grupo (los patos casi siempre son bonitos, estas no lo son).




Además hay los ibis y las espátulas, que también son feitos...




Pelícanos, enormes patos que gustan de pescar…






Tijeretas: patos que también son medio tlacuaches y medio cacomixtles (cleptoparasitismo se dice).





Rayadores, patos de pico invertido de lo más peculiar...



Charranes y golondrinas marinas… hermosos y estilizados patitos de mar…






Gavilanes de agua... pescadores y caracoleros… la prueba viviente de que la hipótesis ecológica de la evolución de este grupo puede ser plausible: cuando una rapaz utiliza los recursos acuáticos, termina dependiendo de ellos, volviéndose pato.




Y finalmente, los patos arquetípicos, con su pico simpático y lindos plumajes de colores que nos dicen que especie son.








Sin duda, esta propuesta de clasificación ecológica será criticada como parafilética, antinatural y sin sustento por los que dicen que dicen que saben. Tales son las opiniones de aquellos que tienen autoridad porque perdieron hace mucho la capacidad de sonreír con humildad.


Por mi cuenta, confieso que soy mucho más de tierra que de agua. Si me apresuran a escoger, me tendrían caminando por el monte antes que meterme a nadar. Sin embargo, no puedo sino agradecer a la vida el darme la hermosa oportunidad de disfrutar la belleza única del fascinante y poco entendido grupo de los patos.




Saludos al respetable y al no tanto.