Se ha andado bastante; ya no son pocos años y el tiempo no ha pasado en vano; a cambio ha dejado la alegría viene de afrontar el reto de vivir… buscar esas tormentas, respirar con ellas. Es duro aprender y en algunos momentos, uno sale herido… lo importante es no huir y seguir andando.
Afortunadamente, hay mucho más por andar. Caminos que explorar. Permitir a esa alegre tempestad que agite fuerte… porque tarde o temprano susurra al oído…
disfrútalo, estas vivo.
Y como me dijeron hace tiempo, con una sonrisa de dichosa… de que te preocupas por los años, si llevas ese niño a flor de piel…
¿Has escuchado suspirar a una tempestad...?
Saludos al respetable y al no tanto
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