De en medio de la hojarasca húmeda, apareció éste animalito caminando con cierta timidez, como si no supiera que su brillante piel mantiene a resguardo el veneno para hacer pagar el atrevimiento de comerla…
La dosis hace el veneno… Por extrañas circunstancias, el que daña el alma hace efecto poco a poco, de forma prolongada… una larga exposición al miedo y la sinrazón terminan intoxicando hasta el anhelo más auténtico…
Mientras que hay un veneno distinto, que actúa de súbito, fulminante… las mujeres saben de eso… algunas de ellas llevan eso que parece veneno en la sonrisa sincera... en la cadera y en la dulzura de su mirada…
Veneno… ¿Cuánto es necesario para matar…? ¿Para asfixiar las ilusiones....?
¿Y para encender en el corazón una promesa de pasión inesperada…?
Tocar el rojo brillante de la ranita... seguir probando...
¿Cómo saberlo...?
Saludos al respetable y al no tanto
2 comentarios:
wo0o0w!!!!!!! es lo primeroo k se m viene a la mente kda k veo una d tus entradas x eso soi tu fan kray!!!!!!!
p.d. cuando sea gde kiero ser komo tu!!
¿por que colocar en la misma categoría ("veneno") a dos cosas y efectos tan distintos?... intoxicar anhelos lo amerita, incluso queda muy corto, porque la ranita solo se defiende, esta en su naturaleza y no tiene control o voluntad sobre ello...
Los de efecto positivo... ¿no se merecerían una mención más agradable...?
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